Jacobo Grinberg, la Látiz y el Potencial Transferido: Puentes hacia la Percepción Biodinámica
- monicamarcoses
- 30 jul
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Actualizado: 17 nov
Jacobo Grinberg-Zylberbaum fue un neurofisiólogo y psicólogo mexicano cuyo trabajo desafió los límites del pensamiento científico convencional. Su propuesta más conocida, la Teoría Sintérgica, parte de una visión profundamente integradora de la realidad, en la que la conciencia no es un epifenómeno del cerebro, sino un principio organizador fundamental. Para quienes nos movemos en el mundo de la osteopatía biodinámica, su visión ofrece un lenguaje y un marco sorprendentemente coherente con nuestra experiencia de la presencia, el tejido y el campo.
La Látiz: el tejido fundamental de la realidad
Grinberg describe la existencia de un campo energético subyacente al que llama Látiz (del inglés “lattice” o rejilla). Este campo no es perceptible directamente con los sentidos, pero constituye la base de toda manifestación de materia, pensamiento y percepción. En cierto modo, la Látiz se asemeja al “Campo de Potencia” que los osteópatas biodinámicos percibimos cuando entramos en relación con la quietud y el aliento de vida.
Según Grinberg, la Látiz se deforma por efecto de la actividad neuronal y perceptiva. Cada vez que un ser humano percibe, piensa o siente, genera una distorsión en la Látiz, una modificación estructural que configura la experiencia. Lo que llamamos “realidad” no es más que el resultado de estas deformaciones organizadas y sostenidas colectivamente.
El Potencial Transferido: resonancia más allá del cuerpo
Una de las propuestas más intrigantes de Grinberg es el concepto de Potencial Transferido. En sus experimentos, descubrió que dos personas entrenadas en meditación o estados de coherencia podían compartir información más allá de los canales sensoriales normales. Al estar en coherencia emocional o energética, una de ellas podía percibir estímulos que en realidad se le presentaban a la otra. La comunicación no se daba a través del espacio físico, sino a través del campo: la Látiz funcionaba como medio de transmisión de información no local.
Este fenómeno guarda una asombrosa similitud con lo que experimentamos en las sesiones biodinámicas cuando el cuerpo del terapeuta se convierte en un espacio receptor, sintonizando con el sistema del paciente sin necesidad de tocarlo directamente. En esa escucha profunda, más allá de la forma, se activa un campo compartido en el que la información fluye a través de la presencia y no del análisis.
Biodinámica y teoría sintérgica: la conciencia como organizadora del campo
Lo que une la biodinámica osteopática y la teoría sintérgica es la comprensión de que la conciencia no se limita al cuerpo físico, ni a la mente racional. Ambas disciplinas parten del reconocimiento de un orden implícito, una inteligencia subyacente que sostiene la vida y organiza la forma. Tanto Grinberg como los maestros de la tradición biodinámica (Still, Sutherland, Becker) nos invitan a una percepción que va más allá del dualismo cuerpo-mente, y a cultivar una sensibilidad que escuche el campo más allá del síntoma.
En tiempos en los que la ciencia y la espiritualidad se reencuentran, la obra de Jacobo Grinberg emerge como un puente necesario. Su legado, aunque incompleto por su misteriosa desaparición, nos deja una clave esencial: la realidad que percibimos depende del estado de nuestra conciencia. Y al transformarla, transformamos también el tejido de lo real
Os dejo el enlace a uno de sus audiolibros: Fluir en él sin yo



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